diumenge, 21 de març del 2010

CATARSI


Rafael Argullol escriu avui a El País un interessant article “Catarsis y curación” on pensa aquests conceptes des de la medicina i ètica del doctor Moisès Broggi, i, sobretot, de l’assaig de Andrzej Szczeklik, Catarsis. Sobre el poder curativo de la naturaleza y del arte:

“Debo confesar –escriu Argullol- que el enigmático asunto de la catarsis es algo que siempre ha llamado mi atención desde que en los años estudiantiles leí -o me hicieron leer- la Poética de Aristóteles. En ella se contiene aquella famosa definición de la tragedia griega a partir de la que, precisamente a propósito del término catarsis, se han suscitado numerosas controversias. ¿En qué consistía esta catarsis que, según Aristóteles, se conseguía en los escenarios griegos? ¿Una purificación de las pasiones?; ¿una depuración de los desarreglos morales?; ¿una curación de las enfermedades del alma? Las traducciones no se ponían de acuerdo. Con el paso del tiempo, y como reincidente lector de tragedias -en especial de Esquilo y Sófocles-, llegué a la conclusión de que la catarsis perseguida por el teatro ático era una suerte de efecto de shock que conducía a los espectadores a un alivio anímico, a un relajamiento sensorial, después de haber sido llevados a la máxima tensión tras ver representadas las turbulentas peripecias de los héroes.
Dicho de otro modo: la tragedia griega, que lejos de ser un espectáculo elitista era una celebración popular (en el teatro de Dionisos cabía una cuarta parte de los ciudadanos libres de Atenas), tenía como objetivo poner ante el público un espejo terrible en el que el hombre pudiera contemplar todas sus contradicciones y límites, pero no para hundirlo en el sinsentido, sino para liberarlo del peso que pudiera albergar su conciencia. El espectador, a través de las vicisitudes de los héroes, era arrastrado hasta el punto de ebullición que pone en peligro cualquier equilibrio y luego, por la propia ejemplaridad trágica, era reflotado hasta la salvación. De ahí que fuera usual, tras la representación de una tragedia, que se celebrara festivamente el alivio de los espectadores con la puesta en escena de una pieza satírica. Para el público ateniense el efecto colectivo de una tragedia se parecía mucho a lo que, individualmente, se conseguía con el principio hipocrático de la "curación por la palabra". En ambos casos puede hablarse de catarsis.

Pel que fa a la curació, Szczeklik, parteix del principi hipocràtic per construir un espai on el que convergeixen metge y pacient, amb la finalitat d’establir una complicitat entre ells:

“Las palabras, y lo que alienta detrás de las palabras, son tan importantes como los más refinados instrumentos de diagnóstico o como los medicamentos más potentes.”

Com que “la medicina es fundamentalmente la escucha del cuerpo, algo que cada hombre hace por sí mismo y que sólo en segunda instancia corresponde a los sofisticados aparatos que se hacen eco de nuestro organismo (en el sentido estricto de la expresión ecografías, resonancias magnéticas)”, aquesta auscultació es possible perquè el cos és el camp d’experimentació de l’univers:

“Podría así decirse que la memoria del cuerpo, narrada verbalmente por el enfermo y rescatada por el médico (con sus propios ojos y oídos, además de los "ojos" y "oídos" de la técnica), sirve para aislar los síntomas, establecer el diagnóstico y preparar el organismo para la curación de un modo similar a cómo la representación trágica, al poner en escena las incertidumbres del hombre, lo educaba para la reconquista del equilibrio espiritual.”

La catarsi és un concepte fonamental de la poètica d’Aristòtil:
DEFINICIÓ DE TRAGÈDIA, ARISTÒTIL, Poètica, VI 20-29

"És, doncs, la tragèdia imitació d’una acció seriosa i completa que té una certa extensió, feta en llenguatge plaent, el qual tindrà formes diferents i separades, segons les seves diverses parts; que representa els personatges fent-los actuar i no servint-se de la narració, i per mitjà de la compassió i de la temença opera la purificació de passions semblants. Anomeno llenguatge plaent aquell que comporta ritme, harmonia i melodia; i entenc per formes diferents el fet que algunes són obtingudes només per mitjà dels metres i d’altres, en canvi, per mitjà de la melodia."
"
Traducció de J. Farran i Mayoral, 1926. Fundació Bernat Metge, 2009 (1946). Amb una nota que sintetitza la discussió del significat de catarsi. (Les remarques són meves)

Foto de Vikimedia Commons, terracota ca. 100 aC. Procedent de Myrina (Turquia), màscara de Dionís, Louvre.