dissabte, 22 de desembre del 2012

HISTÒRIES DE TOCADOR, MUSEU ARQUEOLÒGIC, BARCELONA, FINS JUNY 13

DAMA FLÀVIA, (http://www.mac.cat)

Cosmètica i bellesa a l'antiguitat
Oli de rosa per a l’aigua del bany o Metopion,un dels millors perfums d’Egipte? La millor mascareta per embellir el rostre? Calb o amb postís? Khöl per ressaltar o protegir els ulls?
L’exposició Històries de tocador. Cosmètica i bellesa a l’antiguitat ens desvetllarà els principals secrets de bellesa a l’antiguitat i ens parlarà dels petits gestos quotidians que homes i dones feien servir per millorar la seva imatge personal. 
http://www.mac.cat/esl/Seus/Barcelona/Exposicions/Histories-de-Tocador

MOLT INTERESSANT: ODISSEES: LA DAMA FLÀVIA, TV3 (33)
Cosmètica, perruqueria, vestimenta i menjar, a les termes, a l’amfiteatre, a casa. (29'18)


http://www.tv3.cat/videos/4390152/La-dama-Flavia

I UN ARTICLE DE JOSÉ OLIVA, La Vanguardia:


La arqueología constata una preocupación por la belleza ya en la antigüedad


La exposición 'Historias de tocador' muestra cuidar el aspecto y la higiene personal no es una cuestión exclusivamente contemporánea

Cultura | 20/12/2012 - 12:08h

Barcelona. (EFE/Jose Oliva).- 

El Museo de Arqueología de Catalunya constata en la exposición Historias de tocador que la preocupación humana por el aspecto, la belleza y la higiene personal no es una cuestión exclusivamente contemporánea, sino que ya estaba presente en la antigüedad.

La comisaria de la muestra, Teresa Carreras, ha explicado hoy en la presentación que "desde la antigüedad, hombres y mujeres han tratado de mejorar su aspecto personal, utilizando todos los recursos que la naturaleza les proporcionaba, y, de hecho, el uso de cosméticos y de aceites perfumados, de tintes o mascarillas, de postizos y pelucas, viene de tiempos lejanos".
Historias de tocador, que se podrá ver en Barcelona hasta el próximo 17 de junio, pretende mostrar cómo el cuidado del aspecto personal es algo común en todas las épocas.

La exposición se estructura, ha explicado Carreras, en cuatro ámbitos: El cuidado del cuerpo, Ungüentos y perfumes, El cabello y Últimos retoques (maquillaje y joyería).

El espacio museográfico, diseñado por el escenógrafo Ignasi Cristià, muestra un juego de transparencias que devuelve al espectador el ideal de belleza del pasado confrontado con el ideal de belleza contemporáneo, y en ese juego descubre que nuestros cánones son similares a los de época clásica.

Cada cultura tiene su ideal de belleza y por esa razón para los griegos, la estética y la ética estaban relacionadas y la belleza estaba simbolizada por una figura seductora, la diosa Afrodita, mientras que en Roma la belleza dejó de ser una cualidad ideal, casi sobrenatural, para convertirse en una cualidad menor, a veces menospreciada.

Sin embargo, no por ello los romanos descuidaban su aseo personal: tomaban un baño completo cada nueve días (nundinae), comenzaban la mañana con la limpieza de la cara, los brazos y las piernas, se lavaban los dientes con el dentrificium (polvos a base de nitrum, sosa y bicarbonato) y finalizaban la limpieza general con una depilación, para la que utilizaban pinzas (volsellae).

La exposición inicia su recorrido con el cuidado del cuerpo en un espacio central que insinúa unas termas romanas, en cuyo centro se sitúa el mosaico romano de las Tres Gracias, hallado en Barcelona y que representa a las tres divinidades que formaban parte del séquito de Afrodita, la diosa del Amor.

Presidiendo la exposición como eje vertebrador de dispone la testa femenina conocida como Dama Flavia (siglo I), que presenta el vistoso peinado que puso de moda Flavia Julia, hija de Tito en la Roma imperial.

Al lado se puede ver un peinado actual realizado con una peluca por el equipo creativo del peluquero Raffel Pages, que ha prestado algunas piezas de sus más de 7.000 que tiene en el Museo de la Peluquería.

No menos sorprendente, subraya la comisaria, es la escultura púnica con un 'piercing' del siglo IV-III aC y un doble ungüentario que conserva en su interior restos del cosmético que contenía y de la espátula que se utilizaba para extraerlo.

El producto, analizado en la Universidad Autónoma de Barcelona, está formado por una mezcla de productos minerales -la base típica de cosméticos como el köhl, todavía utilizado hoy para maquillar los ojos-, y de elementos orgánicos como extractos de plantas, pigmentos y grasas animales.

Con el objetivo de establecer vínculos con la actualidad, a lo largo del recorrido expositivo se exhiben piezas modernas como un tocador modernista, una escena de baño de principios del siglo XX, el popular rótulo de las barberías de finales del siglo XIX o una colección de frascos de perfume diseñados por el maestro vidriero René Jules Lalique.

Carreras subraya que en Historias de tocador se muestran también detalles curiosos como el hecho de que los antiguos no conocían el jabón sólido, que depilarse era un hábito para hombres y mujeres, y que teñirse el cabello era muy habitual.

El visitante puede asimismo tomar nota de algunas recetas de mascarillas que utilizaban las damas griegas para embellecer la cara o eliminar la caspa.


I DOS ENLLAÇOS PER SABER-NE MÉS: